Pero al margen del ahorro económico que puede suponer, en el pasado Apple valoró intensivamente producir dentro de los EE.UU. y a la conclusión que llegó es trasladar la producción a países extranjeros. Veamos cuales son las razones.
Para ello nos basamos en un programa de The New York Times que se encuentra analizando la historia de Apple en lo relativo a su trayectoria dentro de EE.UU. Para ello nos remontamos a la década de los 80, donde Apple, encabezada por Steve Jobs planeaba una fábrica de Macintosh altamente automatizada. en Fremont. Este plan tan solo duró 8 años. En palabras de Randy Battat, joven ingeniero eléctrico que se unió a Apple y supervisó la introducción de algunas de las primeros ordenadores portátiles de la compañía
Steve tenía profundas convicciones sobre los procesos de fabricación japoneses…Los japoneses fueron anunciados como magos de la fabricación. La idea era crear una fábrica con entrega Just in Time de piezas sin defectos.
Más tarde, Jean-Louis Gassée, un especialista francés, fue nombrado presidente de la división de productos de Apple por John Sculley en 1988. Este recibió la herencia del trabajo de fabricación iniciado por Jobs, el cual parecía que no había tenido éxito. Llegó a decir en una entrevista reciente.
Me avergoncé al colocar una pantalla en el bisel de la computadora con un destornillador.
En opinión de Gassée, no tenemos una cultura de fabricación de base, desde la planificación hasta el trabajo con terceras empresas.
Años más tarde, Tony Fadell describió la evolución de Apple en el mundo de la fabricación de la siguiente forma:
Cuando comencé mi carrera, todos mis vuelos eran a Japón…Luego todos mis vuelos fueron a Corea, luego a Taiwán, luego a China.
Apple se había dado cuenta que la mejor opción de fabricación es la delegación a países asiáticos, con experiencia y equipos preparados.
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