Poco a poco, los empleados de la compañía norteamericana con sede en Cupertino, van ocupando y haciendo uso de las nuevas instalaciones del nuevo cuartel general de Apple, el Apple Park. De hecho, ayer pudimos ver nuevas imágenes desde dentro del recinto, gracias a empleados que subieron fotos del magnífico lugar a diferentes redes sociales.
Pero, al parecer, algunos empleados, vistas las instalaciones, se han quejado de no tener un lugar de trabajo más privado e individual, en lugar de los espacios abiertos y participativos que ofrecen las nuevas oficinas de California.
Todos asumimos que la nueva sede de una de las empresas más poderosas del planeta es un lugar cómodo y adaptado al trabajo donde todo el mundo querría trabajar para ser más eficiente. Sin embargo, algunos empleados se han quejado, debido a las amplias oficinas que Apple ha dispuesto por todos sitios.
El cambio, pasar de cubículos individuales o incluso despachos a trabajar en un lugar abierto a todos, donde compartir y trabajar en equipo es la principal premisa, no ha gustado a un sector de los empleados. Incluso hay empleados que han mostrado su indignación por un lugar de trabajo como éste y han manifestado su posible marcha de la compañía si no hay remedio a esta situación.
Johny Srouji, Vicepresidente de Tecnologías Hardware de Apple, y encargado de los chips de la serie Ax desde los famosos chips A4 en 2008, ha llegado al extremo de tener que alojarse en un edificio adyacente al principal, donde encuentra la privacidad que necesita.
Ya sabemos cómo es la idea de Apple: la colaboración entre equipos es fundamental (idea inculcada en gran medida por Steve Jobs y Jony Ive) por lo que en estas nuevas instalaciones predominan las zonas comunes, cafeterias, grandes zonas de descanso y mesas para reuniones, donde compartir ideas e inquietudes entre todos.
Según informan desde la propia Apple, sólo los altos cargos y ejecutivos tienen en estas nuevas instalaciones un despacho privado propio en el interior del nuevo cuartel general de la compañía. Al final, más de 5.000 millones de $ en obras, y aún así Apple no ha dado con la tecla. Tendrá que solventar estos problemas si quiere una perfecta armonía entre sus empleados.
