Lo primero que hice cuando abrí la caja del AirTag es ver si lo podía guardar en la cartera. «lástima, demasiado grueso», pensé. Y al final, ha acabado colgando de las llaves de casa. Supongo que es lo mismo que pensó un avispado usuario, con más inventiva que un servidor, y con una impresora 3D.
A continuación podemos ver como Andrew Ngai ha desmontado un AirTag, y lo ha alojado en una tarjeta de plástico, con la batería separada. Así ha conseguido disminuir el grosor hasta los 3,8 mm., con lo que te permite poder guardarlo en una cartera como cualquier tarjeta de crédito. Espero que en Cupertino tomen nota.
El nuevo rastreador de Apple es razonablemente pequeño y ligero, pero aún así es demasiado grueso para aquellos que quieren llevarlo en una cartera. Debido a que Apple solo ofrece AirTag con una sola opción de diseño, Andrew Ngai decidió hacer su propia versión más delgada para poder guardarlo en la cartera de mano como si fuera una tarjeta de crédito. Y desde luego es para quitarse el sombrero, viendo la inventiva que ha tenido el chaval.
Lo que ha hecho ha sido extraer la placa base de la carcasa de plástico, y alojar la batería aparte para disminuir el grosor. El resto fue más sencillo. Tomó las medidas de la placa y la batería, y construyó una tarjeta en su impresora 3D con los dos alojamientos necesarios para encajar los dos componentes.
Así ha podido construirse su «AirTag Card» con sólo 3,8 mm. de espesor, totalmente funcional y operativa, que puede ser guardada sin problema alguno en el interior de una cartera de bolsillo, junto al resto de tarjetas de crédito.
Quizás en Cupertino ya estén viendo el video, y dentro de un tiempo veamos un AirTag Card para poder llevar en la cartera. Sería todo un puntazo.