Aunque para muchos la pasada Keynote fue una de las más descafeinadas por la continuidad que existió en lo que tiene que ver con los iPhone Xs y Xs Max con respecto al modelo iPhone X, tenemos que decir que debajo de todo lo que se presentó existe una posible declaración de intenciones.
Muchas han sido las ocasiones en las que se ha especulado con que Apple podría estar preparando su desenganche definitivo de los procesadores que le surte Intel y no por la tecnología que los mismos implementan sino por los tiempos y la disponibilidad de nuevas versiones en los momentos que la propia Apple desea.
Decimos esto porque ya desde la presentación el año pasado del iPhone X, se pudo ver en las pruebas de rendimiento de su procesador A11 Bionic que el mismo llegaba a tener las mismas puntuaciones en rendimiento y estabilidad que lo que tenía el procesador de los MacBook de 12 pulgadas.
Este año ha vuelto a pasar y es que ya se han realizado pruebas de rendimiento a los nuevos iPhone Xs, Xs Max y Xr t sobre todo en los dos primeros se ha podido observar que la potencia de los mismos es equiparable a la que pueden tener modelos de MaBook Pro.
Sin duda una de las novedades este año es el nuevo corazón de estos teléfonos inteligentes, nos referimos por supuesto al nuevo SOC que Apple ha denominado A12 Bionic y que se ha convertido en el primer procesador fabricado en 7 nm por la taiwanesa TSMC.
Apple expuso en la presentación “el chip más inteligente y potente jamás creado en un teléfono inteligente” frase que bien podría ser un titular en sí misma.
Si analizamos lo dicho por Apple podemos asegurar que con un procesador como el A12 Bionic que posee 6 núcleos, dos de alto rendimiento y cuatro de alta eficiencia, donde los primeros son los encargados de las tareas complejas mientras que los cuatro restantes lidian con las tareas comunes, son claros candidatos a ser los precursores de unos procesadores para los futuros MacBook.